CAE UN 27% A NIVEL NACIONAL/

La sangría aumenta en Madrid y Barcelona, que registraron en 2022 un desplome del 38%y el 42%, respectivamente. Hay señales, además, de que la tendencia se agravará.

Comprar una vivienda en España es una posibilidad para cada vez menos personas. Este hecho tiene numerosas derivadas, no sólo en el mercado de la compra. Llega también al del alquiler, en forma de una mayor demanda: la subida de tipos expulsa del mercado de la compra a numerosos hogares, a los que el mercado de alquiler no le queda más opciones que acoger.

En esta tesitura, la oferta de vivienda en alquiler está en caída libre. A cierre de 2022, el número de inmuebles en alquiler descendió un 27% de media nacional, según datos de la inmobiliaria Tecnocasa, que recoge en su XXXVI Informe sobre el mercado de la vivienda, realizado junto a la Universidad Pompeu Fabra (UPF).

Pero, por encima del dato nacional, está la caída en las grandes ciudades. ‘Destacamos el impacto que ha tenido la caída de la oferta del alquiler en ellas, del 38% en Madrid y del 42% en Barcelona’, señaló durante la presentación de dicho informe, Lázaro Cubero, director de Análisis del Grupo Tecnocasa. Hay otras ciudades en las que las caídas son igualmente intensas, como la registrada del 42% en Valencia, o del 33% en Sevilla.

La consecuencia directa de falta de oferta es la subida de precios, que la compañía constata del 7,3% interanual en Madrid, el 10% en Barcelona, el 5% en Sevilla o el 11% en Zaragoza. Y no sólo por las razones de que parte de la demanda de compra se ha trasladado al alquiler, sino también por el creciente problema que supone el alquiler turístico. Precisamente en estas ciudades mencionadas es un fenómeno muy extendido. ‘Un país normal tiene entre un 35% y un 40% de su parque de vivienda destinado al alquiler, mientras que en España está muy por debajo. Si el número de viviendas de alquiler es bajo, el alquiler turístico drena mucha oferta, lo que obviamente tensiona los precios, como el caso de Málaga o Palma de Mallorca’, subrayó José García Montalvo, catedrático de Economía de la UPF.