LA RALENTIZACIÓN DEL MERCADO DE LA VIVIENDA OBLIGARÁ A LOS PROPIETARIOS A REALIZAR DESCUENTOS SUPERIORES AL 10% SI DESEAN MATERIALIZAR LA VENTA.
Existe una ley no escrita en el sector inmobiliario y es que los propietarios tienden a inflar el precio de salida de las viviendas que ponen a la venta. Hablamos de sobrevaloraciones que pueden alcanzar el 21%, en función de la provincia española, según un reciente estudio de la inmobiliaria Tecnocasa.
Habitualmente, esta brecha se corrige durante la negociación de la operación, que suele cerrarse con descuentos de entre el 7 y el 10% respecto al precio inicial. Si bien, el entorno actual de enfriamiento del mercado amenaza con agravar esa distorsión, provocando que los vendedores tengan que ofrecer rebajas superiores a ese 10% si quieren materializar la venta.
‘Ya no estamos en una época de subida de precios. Se van a reducir las operaciones y eso significa mayor tiempo del inmueble a la venta y rebajas que pueden superar el 10% frente al precio de salida. Pero no todos los propietarios son conscientes de esta situación’, explica Lázaro Cubero, director de Análisis del Grupo Tecnocasa.
Y es que, a mayor tiempo del inmueble a la venta, mayor es la rebaja que el propietario se ve obligado a realizar, desde el 4% si solo permanece una semana a la venta hasta por encima de ese diez cuando se superan los 180 días.
Un factor clave que incide en el plazo que se tarda en vender un piso es la financiación bancaria, cada vez más complicada. De hecho, su encarecimiento va a provocar que entre un 11 y un 17% de los hogares que habrían podido comprar casa el año pasado, no pueda hacerlo este 2023. Y sus efectos ya se están notando en los precios, según Tecnocasa. ‘Con los datos de enero y febrero, ya se aprecia una ligera bajada en Madrid y Barcelona’, apunta Cubero.